Tiburón

4 de marzo de 2014. 16:00. Tras un anuncio repentino de una rueda de prensa sin preguntas pocas horas antes, Carles Puyol comunica al mundo del deporte que esta será su última temporada en el F.C. Barcelona y, seguramente, en la élite del fútbol. 20 años en un club es una marca difícil de superar. Y más siendo titular en la gran mayoría de esos años y más siendo defensa. (No central solo, sino lateral también).

¿La fórmula? Se podrían enumerar muchos aspectos físicos e incluso alguno técnico. Pero todos sabemos de dónde viene su apodo. Todos sabemos por qué se le ha reconocido en todo el panorama deportivo a nivel mundial. Todos sabemos por qué ha logrado el palmares que ha logrado (que es para tener muy en cuenta). Todos sabemos por qué es admirado por cualquier aficionado a este deporte, independientemente de los colores de su bufanda. Y es que carácter y personalidad como la de Puyi no abundan en este planeta.

Soy el primero en callar bocas a los culés cuando saltan con sus "valors", su "seny" y su "humiltat". Porque mira que les sería fácil aprender de los valores, del señorío y de la humildad de la única persona en su club que podría presumir de esas cualidades y que, casualmente acorde con la tercera de ellas, no lo hace.

Para los recopilatorios de Youtube queda el inicio de ruleta de uno de los mejores goles de la selección española...

...o el cabezazo que nos daba el pase a la final de Johannesburgo ante Alemania.

Hemos de darnos cuenta de cuando es apropiado copiar actitudes de deportistas de élite en nuestra vida, y este es uno de esos casos. Mucho no queda por aprender de personas como Carles Puyol. Gran tiburón, mejor persona.

"Puyol pone la cara dónde a cualquiera le daría miedo meter el pie"

Franco Baresi.